Encanto veneciano

Cuando acabé el instituto, hace ya más de cuatro años, fui con mis compañeros de clase a Italia. Quedé prendada de cada una de las ciudades que visitamos pero si tengo que elegir una de ellas, escojo, con los ojos cerrados, a Venecia. Parte de su encanto aparece recogido en la obra de hoy, ya casi mañana: la historia de amor de Marlena de Blasi, la escritora.

La verdad es que su romance, que aún le dura, fue de película. Por su trabajo, es chef y crítica gastronómica, solía viajar a diferentes países para degustar exquisitos platos de alta cocina. En uno de ellos, un "desconocido" al verla pasear por las calles venecianas con un largo abrigo blanco se enamoró perdidamente de ella.

Un año más tarde de dicho "encuentro", Marlena no tenía ni idea de que había robado el corazón de un "extraño", el azar quiere que se vuelvan a encontrar. Por fin el hombre "misterioso" pierde su timidez, se lanza a la piscina, se le declara. Cuatro meses más tarde ella deja su trabajo, vende su fabuloso piso en Estados Unidos y se marcha a residir con él a Venecia.

La novela abarca el periodo desde esa primera vez, esa primera cita, hasta la boda y unos años más tarde aunque éstos ya de pasada. Asistimos por tanto a los cambios que se producen en ambos, especialmente en él, en Fernando, una persona cansada de la vida que lleva, infeliz, a fin de cuentas.

El libro viene a ser también una especie de guía turística pues la autora nos "lleva" a lugares de la ciudad, a restaurantes y a tiendas famosos. La cocina están muy presente en todas las páginas de la novela es más, al final, Marlena de Blasi nos regala once recetas para hacer en casa.

Esta parte es la que más me ha gustado aunque la obra me ha resultado reiterativa y lenta. Sin embargo, si bien yo he tardado varios días en leerla, mi madre y mi tía la devoraron en una tarde.

Lo cierto es que la historia que se narra es especial, de gran pantalla. En Mil días en Venecia los protagonistas son dos personas adultas que lo último que se planteaban era enamorarse (de nuevo). Se puede decir que el estar juntos rejuvenece a los dos, los llena de vida.

La autora tiene otro libro llamado Un verano en Sicilia aunque ella y su pareja no son los personajes principales según tengo entendido. Si la leo, os cuento. Quizá hasta me animo a llevar a la práctica alguna de las recetas, aunque lo mío sean más los postres. ¡Saludos de mar!

Agradecimientos Martínez Roca

Posdata: Fotografía. La obra junto a las máscaras venecianas que hay en casa. Unas son de mis padres, otras mías, en cualquier caso, todas recuerdos de bonitos viajes.