Era uno de los seres fantásticos que me faltaba en la colección. Hablo de brujas en general, y de una llamada Annabel en particular. Allá que vamos con la reseña de la obra del escritor novel T.C. Ferri.
La joven protagonista, de quince años, vive en el pueblo de Kàrameth junto a su abuela, Klarytzelle, quien le ha enseñado los secretos de la brujería.
Al cumplir los dieciséis será oficialmente mayor de edad lo que le le permitirá conocer Nabhirú, la isla donde viven las brujas, y acudir con su abuela a las multitudinarias fiestas de palacio. Allí será donde conocerá al príncipe William, del que se enamorará hasta las trancas pero con el que no podrá estar hasta que rompa una maldición que impide a una bruja intimar con una persona “normal”, para que nos entendamos.
Annabel está decidida a acabar con ella para ser feliz pero este, de momento, será el menor de sus problemas pues el Jefe de la Religión de Kàrameth es hallado muerto. Lo han asesinado mediante un difícil conjuro de magia negra.
La familia real y el pueblo apuntan a las dos únicas brujas que conocen: la adolescente y su abuela. Por el crimen, ambas son condenadas a la hoguera pero con la ayuda de William, quien las cree, podrán salvarse SPOILER al menos, una de ellas.
Así huir y refugiarse será a partir de entonces su máxima prioridad. Primero, tendrá que demostrar que son inocentes, después, no le queda otra que acabar con la maldición para pasar el resto de su vida junto a William.
Aunque la historia me ha resultado amena, la forma en la que está escrita no me ha terminado de convencer. Bajo mi punto de vista, el autor repite los hechos, es decir, sucede un acontecimiento y aunque al lector le ha quedado claro, mediante los pensamientos de los protagonistas se vuelve a hacer hincapié en dicho suceso, como a modo de recordatorio, no sé si me explico. Le resta puntos también la reiteración de palabras en pocas líneas.
Eso en cuanto al cómo, pasemos ahora a los protagonistas. Creo que se podría haber exprimido la historia más. No es que no tenga acción, pero los personajes principales salvan los problemas pequeños, aquellos que tienen que resolver para solucionar los más grandes, con facilidad. Por ejemplo, a William no le resulta nada complicado hacerse con las pruebas que exculpan a Annabel y su abuela. Tampoco pido que tengan que acabar con el ciento y la madre, como dice el refrán, pero dificultarles las cosas hubiese hecho la historia más “movida”.
También podría haber sacado más jugo de dos personajes, aquellos que uno intuye “malos” desde casi que el comienzo de la trama. Lo sé, últimamente, "me pierdo" por los que pertenecen al lado oscuro.
Por cierto que, aunque apenas encontramos sobresaltos, sorpresas, hay una cosa que no me esperaba. Sabía que los animales jugaban un papel fundamental pero hasta ese punto no. Hasta aquí puedo leer.
Espero que los exámenes y el estrés no me estén volviendo tiquismiquis. La historia está bien, no me ha resultado pesada de leer y he acabado con ella en unos días. Sin embargo, tengo esos “peros” aunque ya sabemos que sobre gustos, colores. Como siempre os digo, leedla y juzgad por vosotros mismos, devorador@s.
¡Hasta la próxima!
Agradecimientos Éride Ediciones
Me gusta esta reseña, me parece que has puntualizado muy bien los puntos a favor y en contra ;). No sé si la acabaré leyendo, porque antes tampoco me llamaba demasiado la atención xD
ResponderEliminarMe parece muy bien que hayas destacado lo bueno y lo malo en esta novela. Igual un asesor literario no le hubiera venido mal.
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña! :-)
ResponderEliminar¡Quee guaay!
ResponderEliminarMe gusta tu reseña, creo ke me leeré el libro, hace timpo que no leo nada sobre brujas, y un poco de fantasía no me vendrá mal jojo.
Muchas gracias por la info :)
Nos leemos!
Este le tengo en mi punto de mira me gusta esta reseña sobre todo el poner bueno y malo;)en diferentes colores¡¡;)
ResponderEliminarbesotes