Jugando con lobos

La de hoy no es una obra normal. En contadas ocasiones he leído libros basados en hechos reales. Esta es una de ellas aunque he de confesaros que desconocía la historia a pesar de que en su tiempo dio mucho que hablar. Gabriel Janer Manila saltó a la "parrilla de escritores" en 1967 y su labor como "letrero" le ha sido reconocida con diversos galardones literarios. He jugado con lobos es su última obra. Él escribe las vivencias de un hombre que pasó más de trece años viviendo en el bosque. Desde los seis años a los diecinueve. Ver/leer para creer.

"Yo era muy pequeño, tenía seis años, cuando un día antes de que anocheciera se presentó un hombre que yo no había visto nunca. Le dio un dinero a mi padre, me cogió por los brazos y me subió al caballo. Partimos. Mi padre me había vendido como se vende una cabra". Sabéis devorador@s que no suelo copiar y pegar el resumen de contraportada que aparece en los libros pero esta vez, decidí que podía hacer una excepción. Creo que merece la pena. 

No encontramos en la década de los cincuenta. Marcos acaba de ser vendido por su padre y no sabe qué le espera. Es pequeño pero maduro, muy inteligente. La misma persona que se lo lleva, lo traslada a una cueva en plena Sierra Morena. Allí le enseña a cuidar de un gran rebaño de cabras. Este será su trabajo. Nada de casas o cabañas. Plena naturaleza. El joven sencillamente (sobre)vivirá con los medios naturales a su alcance. Combatirá la soledad con una manada de lobos, una serpiente, un águila y una zorra entre otros animales. Andará la mayor parte del tiempo a cuatro patas y llegará a sentirse uno más.

Manila se limita a recoger en He jugado con lobos el testimonio de Marcos Pantoja. El lenguaje sencillo y el formato de maquetación (tipografía de un tamaño considerable y amplios márgenes) ayudan a que las páginas se pasen volando. Bajo mi punto de vista, un libro apropiado a partir de los doce años en adelante. Por cierto que la presentación me encantó. Las letras imitan la caligrafía de un niño. Al título le acompañan sencillos dibujos y la sensación que da es que está verdaderamente arañada por animales. Un detalle que hace que sume puntos.

Ahora, Gerardo Olivares va a llevar la historia a la gran pantalla. Llevará por título Entre lobos y el reparto lo encabeza Juan José Ballesta. El film se ha rodado en el Parque Natural de Cardeña-Montoro y durante más de un año el equipo se ha limitado a grabar imágenes de la naturaleza. Desde luego, las fotografías que muestra este reportaje del periódico El Mundo son bonitas. Os dejo con una de ellas en la que podemos ver a Marcos, el auténtico, jugando con lobos. 

Agradecimientos La Galera