Millennium

Podéis seguir votando por la reseña de Jane Eyre de El Devorador de Libros desde este enlace. Las tornas cambiaron, al parecer sólo se permite un voto por ordenador. Cruzo los dedos. ¡Muchas, pero que muchas gracias por vuestro apoyo!

Suelo resistirme a aquellas novelas que gozan de una gran popularidad. La prueba de ello es que aún no he leído ni uno de los libros del archiconocido Brown. No obstante, he de reconocer que siempre, bien más tarde o bien más temprano, sucumbo a la tentación aunque esto no resta que las primeras páginas sean devoradas con desconfianza. Fue lo que me pasó con Millennium. Aunque tenía muchas ganas de leerlos esperé a que pasase un poco la fiebre "larssiana" para empezarlos. Si os digo la verdad, me sorprendieron gratamente al menos, los dos primeros.

Las novelas

Como sabéis, uno de los géneros por los que siento una atracción (fatal) es el negro. Aquellas obras en las que el devorad@r puede jugar a adivinar quién es el asesino que se esconde entre páginas es uno de mis puntos débiles literarios. Millennium es una de esas sagas que te deja "jugar".

Mikel Blomkvist es un periodista de investigación que acaba de ser tocado y hundido por uno de los peces gordos de Suecia. Con una querella por difamación y calumnia y con la reputación por los suelos acepta el encargo de retomar la búsqueda de Harriet Vanger una joven que desapareció hace treinta y seis años en una isla sueca propiedad de su familia. El anciano empresario que le propone el extraño caso a Mikel está convencido de que ella murió a manos de alguien de su entorno ya que ese día se celebraba una reunión anual familiar y de negocios en la mansión Vnager. Mikel no estará sólo, le ayudará Lisbeth Salander una peculiar mujer con milagrosas dotes informáticas aunque socialmente inadaptada. Es el argumento de Los hombres que no amaban a las mujeres, la primera entrega de esta trilogía.

¿Lo mejor? Cada una de sus páginas. El hecho de que uno de los protagonistas sea periodista ya de por sí me atrae. ¿Salander? Uno de los mejores personajes que nunca había tenido el gusto de conocer. Sus métodos los resumo en dos palabras, como decía alguien hace años en televisión: IM-PRESIONANTE.

La segunda entrega, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, está centrada en el personaje de Lisbeth del que quedan muchos cabos por atar en el primero y más aún en el segundo aunque, según voy leyendo, se van resolviendo en el tercero. Resulta difícil adelantar parte del argumento de esta parte. Lo que sí os puedo contar devorador@s es que es, sin duda, más violenta, impactante que la primera.

Me estoy tomando mi tiempo, que ya empieza a ser demasiado largo, para leer el último, La reina en el palacio de las corrientes de aire. Aún voy por la página 191 y me quedan más de seiscientas pero espero acabar con la novela antes de que finalicen las Navidades. Mi lentitud se debe al cruce de otras obras que me han enchanchado más que ella pues, para mí, es la menos entretenida de la trilogía ya que gran parte de las primeras páginas está dedicada íntegramente a la Säpo. Además, se unen a la trama un número considerable de personajes de nombres parecidos y cuasi imposibles de pronunciar.

Eso sí, Millennium merece la pena. Por algo se ha convertido en todo un fenómeno de masas. No es sólo una novela negra es más que eso. Es una obra de denuncia, con una base fuerte y sólida de investigación que hace de cada trama una estructura compleja que el lector debe de armar como si de un puzle se tratase.

Las portadas

 

El artista encargado del diseño de las portadas de las novelas es Gino Rubert y su modelo es Tamara Villoslada su ex pareja.  Cada uno de sus cuadros no baja de los seis mil euros. En la portada de la segunda entrega él aparecía en la imagen pero fue eliminado. Si queréis saber más de su obra y sobre todo, de la que le ha lanzado a la fama podéis leerlo aquí, es un texto de L. Gómez publicado en el Semanal XL de este pasado domingo. A mí me ha resultado curioso y es breve por tanto, rápido de leer.

 
¡Saludos devorador@s!